Consuelo (María de la Consolación) Rubio Cabanillas
DETALLES
Biografía
Consuelo Rubio fue una destacada soprano y mezzosoprano española. Formada en el Conservatorio de Madrid bajo la tutela de Ángeles Ottein, ganó reconocimiento internacional al obtener el primer lugar en el Concurso Internacional de Canto de Ginebra en 1953.
A lo largo de su carrera, Rubio interpretó una amplia gama de roles tanto de soprano como de mezzosoprano. Como soprano, destacó en papeles como Susana en «Las bodas de Fígaro» y en diversos roles wagnerianos. Como mezzosoprano, fue reconocida por sus interpretaciones de Carmen en la ópera homónima de Bizet y de Margarita en «La condenación de Fausto» de Berlioz. Además, participó en producciones de óperas como «Dido y Eneas», «Così fan tutte», «Giulio Cesare», «Alceste», «Idomeneo», «Lohengrin», «Don Carlo», «Otello», «Ariadne auf Naxos», «Werther» y «Manon».
Su talento la llevó a presentarse en prestigiosos escenarios internacionales, incluyendo el Festival de Aix-en-Provence, donde interpretó a Donna Elvira en «Don Giovanni» bajo la dirección de Hans Rosbaud. Actuó en ciudades como París, Chicago, Nueva York, Viena, Madrid, Río de Janeiro, Múnich, Ginebra, Ámsterdam, Roma, Milán, Florencia, Bruselas, Lucerna, San Francisco y en el Hollywood Bowl de Los Ángeles en 1959. En 1954, se presentó en el Teatro Colón de Buenos Aires, interpretando a Mimí en «La bohème» y a Eva en «Los maestros cantores de Núremberg». También actuó en la Wiener Staatsoper en «Don Carlo» y «Ariadne auf Naxos» en 1960; en el Teatro Regio de Turín con «Genoveva» en 1961; y en los Campos Elíseos de París con «Carmen» en 1965.
Tras retirarse en la plenitud de sus facultades vocales, Consuelo Rubio se dedicó a la docencia como catedrática en la Escuela Superior de Canto de Madrid. Escribió un tratado sobre técnica vocal titulado «El Canto». Entre sus grabaciones destacadas se encuentran versiones integrales de «La condenación de Fausto» dirigida por Igor Markevich y «Carmen» junto a Léopold Simoneau y Pierrette Alarie, bajo la dirección de Pierre-Michel Le Conte.
Según el crítico Enrique Peláez, Rubio se caracterizaba por su «temperamento dramático, voz pastosa y brillante, y claridad en la dicción, independientemente del idioma en que se interpretara la obra». Aunque no alcanzó la fama que parecía destinada, es considerada una de las cinco grandes cantantes líricas españolas de la segunda mitad del siglo XX, junto a Montserrat Caballé, Victoria de los Ángeles, Teresa Berganza y Pilar Lorengar.
Obras en las que ha participado